Arquitectos: Voluar Arquitectura S.L.P Ubicación: Calle del Mirador de la Reina, 4, 28035 Madrid, Spain Arquitecto A Cargo: Pablo Rodríguez Mesa, Borja Lomas Rodríguez Equipo De Trabajo: Teresa Gómez Benito, Alfredo Diez Torre, Noemí Martínez Pozo, Lorenza Grandi, Juan Carlos Argüello Año Proyecto: 2008 Área Proyecto: 6770.0 m2 Fotografías: Ángel Baltanás, Courtesy of Voluar Arquitectura slp
La ordenación general del proyecto surge fundamentalmente de la adecuación de éste a su entorno. Así, el edificio se retrasa en la parcela ofreciendo una plaza pública que sirve de antesala al propio edificio, y que conforma el acceso peatonal del mismo. De esta manera se da continuidad a la ciudad a fin de propiciar el acercamiento del ciudadano a un edificio público que, por tradición, está considerado como un lugar hermético e inaccesible.
Al mismo tiempo, el edificio se significa en el entorno, ofreciendo a la ciudad, gracias a su imagen moderna y rotunda, un hito arquitectónico de referencia, condición implícita de un edificio dotacional de este tipo.
Desde la lejanía, la fachada confiere al edificio un aspecto rotundo, de bordes nítidos y aspecto masivo, mientras que desde la cercanía se puede observar que la piel no es más que un ligero velo, cuya transparencia permite unas magníficas vistas sobre la ciudad desde la privacidad, primando, por tanto, todos los puestos de trabajo de la comisaría.
Aunque desde el exterior el edificio se presenta con cierto carácter masivo y pesado, desde el interior se proyecta de manera bien distinta. Todos los usos se articulan a través de un espacio vacío, un patio central cubierto que se desarrolla en toda la altura del edificio y que configura el diálogo entre la zona privada y la zona pública, siendo la propia luz que atraviesa los lucernarios de este patio, el elemento unificador del proyecto. Este espacio, sumado al uso del vidrio en las dependencias de trabajo confiere a todo el espacio interior un carácter panóptico, tanto en horizontal como en vertical.
El volumen de uso privado, definido claramente, pierde su carácter estanco con las cajas que vuelan desde el cubo a modo de miradores, y con una serie de terrazas y patios que aparecen en fachada.
El aluminio anodizado de la doble piel hace que ésta se encuentre en continuo cambio, reaccionando a los propios cambios lumínicos del día y a las distintas estaciones del año. En el mismo sentido, los distintos grados de perforación de fachada hacen que ésta varíe en función de la posición del observador.